LA PESADILLA - Segunda Parte
Ambos iniciaron la corta carrera tomados de la mano, al llegar al borde del arroyo brincaron y despegaron, la orilla opuesta llena de hojas secas se veía cerca, pero el vuelo se hacía lento e interminable, de inmediato esa meta se alejaba haciendo injustificado el poco esfuerzo realizado, con desazón la pareja cayó sobre el agua hundiéndose. Bajo el agua el príncipe se vio solo, su esposa no estaba cerca, las hojas sobre el agua dejaban pasar la ten ue luz del cielo nublado, pero ella no aparecía; con desesperación miraba a su alrededor, pero no la hallaba; sin perder tiempo salió a flote, respiró profundo y dejó que el agua discurriera por su corta cabellera. —¡Mi amor! ¿Dónde estás? Nadó hacia la orilla sin, todavía, poderla hallar, se cogió del borde del arroyo, levantó la cabeza y con sorpresa la observó apartada en medio de la pradera, seca, con su hermosa cabellera negra extendida por el viento, como si no hubiera caído al agua. —Mi amor, ahí voy. La tragedia no terminaba, c